Nada te detiene cuando sientes tu libertad y tu raíz es fuerte. Y nada me detuvo para venirme a vivir a esta ciudad, la misma que me llevó luego hasta la Sierra y a las entrañas mismas de la Naturaleza.
Me planté en Granada con mi amigo Iván Colinos en el verano de 2001 y el mismo día que llegamos ya encontré la casa que sería mi hogar para los dos siguientes años.
Plaza del “Cebollas”
Pronto empecé con la especialidad de Teórica. No cabía en mi misma: Mecánica Cuántica, Física de partículas, Relatividad General, Cosmología, Teoría Cuántica de Campos… Todo lo que había soñado estudiar estaba ante mis ojos en la Universidad de Granada: agujeros negros, partículas a altas energías, diagramas de Feynman… un sinfín de investigaciones se ponían a mi disposición para entender mejor a la naturaleza.
Fue en ese mismo año que descubrí el Centro Social que hay al lado de la Universidad: “Los quince gatos” y en poco tiempo empecé a participar de forma activa entrenando con mis Telas de Acrobacia y dando talleres. Para mi fueron los mejores años del CSO: Cursos, Comedor, Conciertos, Cabarets… y un sinfín de gente hermosa; eso si, con demasiada droga de por medio… que terminó con algunas personas demasiado válidas como para acabar así.
Pienso que las adicciones son uno de los mayores problemas que tenemos en nuestra sociedad. Las personas quieren hacerse las fuertes y construir un mundo paralelo ficticio para no asumir su propia vida. Llevo muchos años acompañando a personas a hacerse responsables de sus vidas (en las clases de Ayurveda y en la consulta) y se que no es fácil, pero es muy hermoso y empoderador. Estoy segura de que es una buena manera de generar un cambio social hacia el respeto y la autosuficiencia.
Alegría y generosidad para tu camino!
Irene
